TIRAMISÚ, el aunténtico.
Mi postre favorito. Es el postre estrella cuando voy de visita a la casa de mi tia. Siempre tiene hecho y ya era hora de que aprendiera a hacerlo!
Es suave, es cremoso y es absolutamente delicioso. El tiramisú es de esos postres que no son empalagosos ni demasiado dulzones. Y cuanto más tiempo lo dejamos reposar, más bueno está.
Ingredientes
En primer lugar, vamos a separar las claras de las yemas en un recipiente aparte. Reservamos las claras para más adelante y las yemas en otro.
Ahora, en el recipiente donde tenemos las yemas, añadimos 60g de azúcar y batimos intensamente con unas varillas (ya sean eléctricas o manuales) hasta que esté bien integrado y bien cremoso. En este punto, vamos a añadir el mascarpone y lo mezclaremos todo bien.
Por otro lado, vamos a montar las claras a punto de nieve haciendo uso de una batidora de varillas eléctricas (podéis intentar montarlas a mano, pero es bastante difícil y cansa muchísimo, os recomiendo que os hagáis con unas varillas eléctricas en cuanto podais, os salvarán de más de una). Cuando empiecen a montar, vamos a ir añadiendo los 60g de azúcar glasse poco a poco, a cucharadas, mientras seguimos batiendo. Sabremos que están perfectamente montadas cuando estén duras y al dar la vuelta al recipiente, éstas no se caigan (probad poco a poco, no vaya a ser que la liemos). Con el azúcar glasse lo que conseguimos es que las claras queden más compactas mucho antes y no se pase de dulzor.
Cuando estén montadas, vamos a ir añadiendo las claras poco a poco a la mezcla de yemas, con movimientos de abajo a arriba cuidadosos, para no desmontar las claras. Requiere un poco de paciencia, pero es importante ser delicado en éste punto, pues aquí es donde conseguiremos la textura perfecta de la crema del tiramisú.
En Italia se utilizan unos bizcochos que se llaman savoiardi, que son unos bizcochitos pequeños, finos y secos, muy secos. Tienen una costra de azúcar por encima característica. Aqui los he encontrado en LIDL.
Preparamos el café (que puede ser soluble, pero mucho mejor si es expreso recién hecho) y le añadimos las 2 cucharadas de azúcar. Si no estáis seguros de cuánto café absorberá cada bizcochitos, coged uno y haced una prueba, pero no tengáis miedo porque permiten bastante cantidad de café, pero con mojar un segundo y colocarlo será suficiente, la humedad hará el resto y no nos dejará los bizcochos demasiado empapados.
Para montar el tiramisú vamos a ir colocando los bizcochos mojados uno al lado del otro, todos en un mismo sentido, hasta cubrir la base de un recipiente preferentemente rectangular y grande (sale una buena cantidad de tiramisú). Acto seguido, cubrimos los bizcochos con una buena capa de crema, y finalmente espolvoreamos con cacaos en polvo la superficie hasta cubrirla por completo y que no se vea la base blanca, con ayuda de un tamizador o con un colador. Repetiremos el proceso tantas veces como nos permita el recipiente y la cantidad de crema y bizcochos.
Si nos sobrasen ingredientes, podemos aprovecharlos para hacer copas individuales, que además quedan muy monas. Después de montarlo, debemos dejarlo reposar en la nevera durante al menos 1 hora, aunque ya os digo que cuanto más tiempo lo dejemos, mejor.
Es una receta muy fácil de hacer, sólo hay que prestar atención en no bajar la crema y en humedecer bien los bizcochos, y el resto sale sólo.
Ingredientes
- • 400g de bizcochos SAVOIARDI (LIDL)
- • 500g de queso mascarpone (os recomiendo el de Lidl)
- • 60g de azúcar para los huevos + 2 cucharadas de azúcar para el café
- • 60g de azúcar glasse para las claras
- • 6 huevos de talla M
- • 2 vasos de café bien concentrado
- • Cacao en polvo
Aunque en la foto tengo 4 huevos use los seis. El bote de claras no me llegó a hacer falta.Preparación del tiramisú:
En primer lugar, vamos a separar las claras de las yemas en un recipiente aparte. Reservamos las claras para más adelante y las yemas en otro.
Ahora, en el recipiente donde tenemos las yemas, añadimos 60g de azúcar y batimos intensamente con unas varillas (ya sean eléctricas o manuales) hasta que esté bien integrado y bien cremoso. En este punto, vamos a añadir el mascarpone y lo mezclaremos todo bien.
Por otro lado, vamos a montar las claras a punto de nieve haciendo uso de una batidora de varillas eléctricas (podéis intentar montarlas a mano, pero es bastante difícil y cansa muchísimo, os recomiendo que os hagáis con unas varillas eléctricas en cuanto podais, os salvarán de más de una). Cuando empiecen a montar, vamos a ir añadiendo los 60g de azúcar glasse poco a poco, a cucharadas, mientras seguimos batiendo. Sabremos que están perfectamente montadas cuando estén duras y al dar la vuelta al recipiente, éstas no se caigan (probad poco a poco, no vaya a ser que la liemos). Con el azúcar glasse lo que conseguimos es que las claras queden más compactas mucho antes y no se pase de dulzor.
Cuando estén montadas, vamos a ir añadiendo las claras poco a poco a la mezcla de yemas, con movimientos de abajo a arriba cuidadosos, para no desmontar las claras. Requiere un poco de paciencia, pero es importante ser delicado en éste punto, pues aquí es donde conseguiremos la textura perfecta de la crema del tiramisú.
En Italia se utilizan unos bizcochos que se llaman savoiardi, que son unos bizcochitos pequeños, finos y secos, muy secos. Tienen una costra de azúcar por encima característica. Aqui los he encontrado en LIDL.
Preparamos el café (que puede ser soluble, pero mucho mejor si es expreso recién hecho) y le añadimos las 2 cucharadas de azúcar. Si no estáis seguros de cuánto café absorberá cada bizcochitos, coged uno y haced una prueba, pero no tengáis miedo porque permiten bastante cantidad de café, pero con mojar un segundo y colocarlo será suficiente, la humedad hará el resto y no nos dejará los bizcochos demasiado empapados.
Para montar el tiramisú vamos a ir colocando los bizcochos mojados uno al lado del otro, todos en un mismo sentido, hasta cubrir la base de un recipiente preferentemente rectangular y grande (sale una buena cantidad de tiramisú). Acto seguido, cubrimos los bizcochos con una buena capa de crema, y finalmente espolvoreamos con cacaos en polvo la superficie hasta cubrirla por completo y que no se vea la base blanca, con ayuda de un tamizador o con un colador. Repetiremos el proceso tantas veces como nos permita el recipiente y la cantidad de crema y bizcochos.
Si nos sobrasen ingredientes, podemos aprovecharlos para hacer copas individuales, que además quedan muy monas. Después de montarlo, debemos dejarlo reposar en la nevera durante al menos 1 hora, aunque ya os digo que cuanto más tiempo lo dejemos, mejor.
Es una receta muy fácil de hacer, sólo hay que prestar atención en no bajar la crema y en humedecer bien los bizcochos, y el resto sale sólo.
A mi me han salido 3 cuencos de tiramisu. Sale bastante cantidad.
Podéis añadir al café un chorrito de algún licor como amaretto, ron, o licor de avellanas sin alcohol, aunque yo prefiero que sepa sólamente a café, y cuanto más concentrado mejor.
¡Espero que os haya gustado! ¡Que lo disfrutéis!
Comentarios
Publicar un comentario